viernes, 11 de noviembre de 2011

Ecuador, 11 de novembre de 2011
Las empresas madereras, responsables de los conflictos étnicos en el poblado Huaorani
Los conflictos no cesan y el número de víctimas está por determinar

Xènia CastilloGrado
Grup.01
Los Tagaeri y los Tigüino, ambas comunidades pertenecientes a los Huaorani, se enfrentan actualmente, a un conflicto étnico motivado por los intereses económicos que derivan de las empresas madereras, las cuales, explotan el territorio del poblado –noroccidente de la Amazonia y oriente de Ecuador -. Se trata de una zona actualmente amenazada por la exploración petrolífera y las practicas ilegales de registro de tierras.
Una comisión integrada por el gobernador, Antonio Ramírez, el fiscal; Gabriel Moratini y el Jefe de la Policía de Pastaza; Vicente Asevedo, intentaron verificar, ayer, el número de indígenas Tagaeri que fueron asesinados por los Tigüino. Aún que les resultó imposible. Hoy se tiene previsto realizar un nuevo intento, con tal de determinar el número exacto de víctimas. Sin embargo, se estima una cifra de entre 52 y 60 Tagaeri muertos según la CONAIE (Confederacion de Ncionalidades Indigenas del Ecuador). 

Es la primera vez que se dan este tipo de conflictosn  entre miembros de la misma sociedad tribal, aunque años atrás, Antonio Labacca, fue asesinado por el grupo indígena en bajar de su helicóptero.
La noticia fue difundida por el presidente de la organización de la Nacionalidad Huaorani de la Amazonía Ecuatoriana (ONHAE), Armando Boya, quien responsabiliza de los acontecimientos a las empresas madereras del sector, las mismas que estarían interesadas en ampliar su área de intervención forestal en la reserva de los Tagaeri. Un reporte de la Policía señala que el jefe guerrero Omene Ima, habría sido quién lideró el ataque y "fue visto exhibiendo la cabeza de un viejo guerrero".
Cómo consecuencia, asociaciones étnicas del país, se han posicionado en contra del impacto que produce el establecimiento de fábricas madereras, y se posicionan en contra de lo que ellos llaman, “la ocupación del hombre blanco”. 

 



jueves, 21 de julio de 2011

Filosofando de madrugada

Y una vez más sigo sin hallar conclusión alguna. Tan sólo podría referirme a ello utilizando meras metáforas o simples comparaciones. Aún así , ni si quiera el poseedor de la oratoria más brillante del mundo podría expresar el estado anímico que envuelve mi cuerpo terrenal.

Mareas, olas, el repicar del agua en las rocas... es ésta la mejor descripción que puedo ofrecerles. Un mar de confusión, el viento soplando, arena en mis ojos... No consigo conocer la razón de tales imágenes en mi pensamiento. Tal vez se trate de un jeroglífico, de ese tipo de mensajes “subliminales” que nuestro subconsciente deja entrever en los sueños y nos muestra claramente durante el transcurso de aquello a lo que llamamos “realidad”. Tal vez sea un mensaje, posiblemente un aviso. ¿Correrá peligro mi porvenir?

Sin dudar, aún así, sigo dando guerra por las calles. Sigo emborrachándome hasta llorar... Siempre con mi cigarrillo en la mano y, es cuando suelto el humo, que puedo ver entre sus suaves ondeos cómo el recorrido que algún día conformó mi vida se esfuma para dar paso a una nueva calada, cuya combustión formará un nuevo camino a seguir.

No piensen, sin embargo, que la apertura del nuevo camino, recientemente mencionado, es símbolo de optimismo, pues el pesimismo más amargo me acompaña en saber que el resultado de la mayoría de proyectos llevados a cabo por mi persona no ha ido más allá de la mera frustración.
Más díganme, si no son las frustraciones nuestras mejores compañeras, en advertirnos del peligro que supone “confiar”, pues a merced del fracaso de mil proyectos me acerco a la cima, dónde se halla el mejor estratega. Y sí, dice la voz popular que son los años quienes nos dan la experiencia, más, me atrevería a decir, que es la experiencia quien nos da los años.

Escribiendo, ya, las últimas líneas de este relato nocturno, doy fin tal y cómo empecé: sin respuestas, sin conclusiones, con pocas cosas a nuevas que aportar, más me quedo con un simple detalle: 04:16 horas, la luna brilla, me fumo un cigarrillo mientras saboreo los últimos tragos de esa cerveza helada. ¿Qué más puedo pedir?


lunes, 25 de abril de 2011

Es cuestión de filosofía

Suele ser al anochecer cuando pienso en ti, mientras el humo de ese cigarrillo mezclado se desvanece cual agua entre mis dedos, cual aire entre mi cuerpo. Son esas formas ondeadas, esos espirales de frágil humo los que me recuerdan a los tumbos que da la vida. Por qué ¿qué es la vida sino un camino lleno de giros? Giros que avanzan y retroceden, que suben y bajan, que, en un momento dado, deciden abandonar o seguir. Siempre se ha dicho que abandonar es de cobardes, más puede no percibirse así, abandonar a tiempo puede ser el mayor de los triunfos, pues un nuevo comienzo se esconde entre las esquinas y los estrechos callejones de nuestra compleja existencia, obviando, desde luego, que el futuro puede ser más próspero que el pasado, a razón que los acontecimientos pasados son ya irremediables.

Es cuando la luz de luna se funde entre mis sábanas, es entonces cuando recuerdo que, ciertamente, nací sola y que durante toda mi vida voy a vivir envuelta entre esa soledad que acecha a todo humano por naturaleza. Una soledad biológica, pues la muerte es la mujer más solitaria del mundo, cuando, con su fría mano, pone fin a la existencia de cualquier ser con aún algún anhelo de vida. Soledad, dicen que eres una triste dama, más yo sé que no estás triste, pues aprendiste a vivir con tu reflejo, con tu aire, con tu cuerpo, para así hallar la felicidad. Soledad, sé que está en ti la llave que abre las puertas de la libertad, más no puede encontrarla, pues será el paso de los años el mejor cerrajero. Trasnochando, me doy cuenta de cuánto te necesito. Trasnochando, me doy cuenta de que eres mi fiel compañera y no lo quiero remediar, quiero amarte y vivir contigo, para así comprender mi ser, para así poder llegar a formar parte, algún día, del gran ser que entre todos formamos: sin estridencias, sin turbulencias, con tranquilidad. Demasiado temprano para amarte, demasiado tarde para conocerte, soledad.

Más esto no es lo único que nos ofrece la vida, aunque sí sea un preámbulo necesario para poder amar, amar al resto de la existencia. Creía conocer el amor, más no sé si lo conozco, pues hasta que no me encontré con la soledad no supe quien me amaba y todavía me cuesta saber a quién amo. El amor, un sentimiento fácilmente confundible, rápidamente adoptable y muy difícil de abandonar. ¿Por qué los humanos sentiremos esa debilidad hacia el amor? En la mayoría de los casos nos perjudica y aún así, seguimos luchando por él. ¿Por qué tanto empeño? ¿Por qué tantas esperanzas? ¿Por qué tantos sueños? Sueños rotos cual espejo hecho pedazos, rompiendo el reflejo que da perspectiva a nuestra vida, sueños rotos cual agua turbia, que impide ver el sol a través del mar. Bienvenido sea el desamor, que, junto a su homólogo crea la confusión más abstracta jamás conocida, pues si no, ¿cómo se puede dudar entre amar y odiar? Más yo he conocido el amor al odio y también, recientemente, el odio al amor. 
Es cuestión de filosofía. 

sábado, 22 de enero de 2011

Jon Sistiaga: “Ninguna guerra se parece a otra”

Fitxa tècnia:
Llibre: Ninguna guerra se parece a otra
Editorial: Plaza Janés, 2004
Gènere: Novel·la periodística
Autor: Jon Sistiaga Escudero (Irún, Guipúzcoa, 1967). Va estudiar periodisme a la Universidad del País Vasco, on va realitzar també, el seu doctorat en Relacions Internacionals. Ha estat en els conflictes de Ruanda, Irlanda del nord, Colòmbia, Pròxim Orient, Kosovo, Afganistan, Tailandia, Méxic, Corea del Nord i Guinea Equatorial. Ha estat galardonat amb els premis Ortega y Gasset, 2003 i Reportero Sin Fronteras, 1999. Durant la seva trajectòria professional, ha estat corresponsal de Telecinco cobrint diverses guerres i actualment treballa amb Grupo PRISA en programes de la Cuatro i de la cadena SER.

Ninguna guerra se parece a otra es una novel·la periodística escrita pel corresponsal de guerra Jon Sisitiaga. En aquesta obra, l'autor no només pretén explicar quines van ser les seves vivències a Bagdad, on cobria la guerra que enfrontava als nordamericans amb el règim de Sadam, sinó que, d'alguna manera, va més enllà de la pròpia experiència i intenta transmetre al lector el que de veritat suposa comunicar una guerra.
Segurament, Sistiaga recorda aquest conflicte amb un regust amarg, amb un nus a la gola, amb aquella espina que no deixa passar el menjar. I és així, ja que va ser a Bagdad on va morir assessinat el seu amic i company José Couso. Assassinat per l'impacte d'un obús nordamericà contra l'Hotel Palestina, hotel on es trobaben allotjats la majoria de periodistes que encara gosaven retransmetre aquell enfrontament. És clar, aleshores, que aquesta novel·la és un homenatge a Couso, doncs, en la primera pàgina del llibre, l'autor llença la dedicatòria exposada a continuació.
[…] Y a Jose Couso, por haber sido mi amigo y por ayudarme a escribir este libro susurrándome ideas desde algún lugar luminoso”.
És tracta d'una novel·la que no només impacta pel seu contingut sinó que també ho fa per la riquesa i espontanietat del llenguatge de l'autor, que deixa entreveure la sinceritat i la transparència del seu relat.
Amb les seves paraules, Sistiaga ens explica com es el dia a dia d'un corresponsal de guerra, els inconvenients i també els avantatges d'aquesta professió i ens parla per exemple, de temes tan interessants com la censura en un context de guerra i emmirallada en un règim dictatorial com era el de Sadam.
Tal com explica l'autor, el fet de comunicar de manera fiable i verídica, es converteix en tot un repte en mig d'una dictadura i més, en mig d'una guerra on les atrocitats comeses són tantes i tan fortes que el règim no pot permetre la difusió de certes imatges i/o informacions. Sisitiaga, dedica un capitol sencer a parlar sobre la censura que van patir els periodistes a Bagdad. Censura que es promovia des del Ministeri d'Informació i que impedia la difusió de tot tipus d'imatges i informacions poc afines al règim. De la mateixa manera, també hi ha havia informacions que el Ministeri “obligava” a difondre, evidentment, les que feien al·lusió a la mala actuació de l'exèrcit nordamericà.
Es difícil para un periodista occidental aceptar presiones intolerables de este tipo, pero asi eran las reglas del juego. O las aceptabas o cubrías la guerra desde Kuwait”.
Amb aquesta cita extreta del capitol “La censura y la desinformación” , es pot captar la gran pressió dels perodístes davant la censura imposada pel règim, pressió que es transformava en por a ser expulsats del país i perdre la retransimissió de la guerra.
També es interessant, veure com Sistiaga ens parla de la població civil de Bagdad, de totes aquelles persones aliènes al conflicte, però alhora totalment involucrades. Tal com les descriu l'autor, podriem considerar que es tracta de persones “dominades” pel règim. Persones que tan sols semblen tenir al cap allò que el dictador diu, allò que el dictador vol, allò que el dictador imposa. Persones que rere una mirada gris, amaguen les seves preocupacions, les seves pors, i sobretot la poca confliança, sempre oculta, cap al règim de Sadam.
Però això no és tot, Sistiaga fa una verdadera reflexió sobre el càrrec del periodista de guerra. Més que una reflexió, una crua anàlisi on l'autor posa els papers sobre la taula i sense pèls a la llengua, explica simplement “el que hi ha”. Explica amb poques paraules què és una guerra i especialment, el paper que hi juga el periodista.
Los reporteros de guerra no somos trabajadores de organizaciones humanitarias. No nos metemos en los lugares más peligroso del planeta para ayudar, sino para reflejar lo más perverso del ser humano. […] Nosotros entonces, vamos allí para mostrarles la perra realidad de la guerra. Y esa perra realidad es muy senzilla: en las guerras se mata y se muere”.

Tal com diu l'autor en el seu llibre, les guerres són així. Hi ha persones que moren, hi ha persones que maten, n'hi ha d'altres que, simplement, sobreviuen. És una lluita constat en contra la mort. I és així, ser corresponsal de guerra suposa haver d'exposar-se a la mort dia rere dia, incús, minut rere minut i segon rere segon... Qualsevol suspir podria ser l'últim i qualsevol pas, el final del teu camí.
No tots els periodístes de guerra són tan afortunats com ho ha estat Jon Sistiaga, no tots tenen la sort de poder explicar o fins i tot escriure un libre sobre les vivències en aquests enfrontaments. No tots arriben a temps de poder considerar els fets com a “experiències”.
Cap periodísta vol morir en una guerra, així de fàcil, ningú vol morir. Però tampoc ningú vol sobreviure a un company, a un amic. I és això el que Sistiaga va patir. És aquest sentiment d'impotència davant la mort, davant una mort que tothom hagués volgut evitar, però que ningú va poder. Davant una mort inesperada.

Jose, tio, cómo nos ha podido pasar esto” .

miércoles, 19 de enero de 2011

Capitalisme?

El sistema capitalista és el resultat de l'evolució històrica que, etapa per etapa, ens ha dut en aquest gran embolic consumista i sense frens. Tot i que aquest sigui el sistema imperant en el nostre món i fins aleshores el més ben considerat dins dels models d'organització econòmica i com a consqüència, social, és evident que darrere s'hi amaga una gran trama d'interessos, com no, econòmics, que ens retenen en aquesta fase històrica i que no ens deixen avançar. Perquè ens costa tant assumir que el capitalisme és una simple etapa a superar?
L'actitud conformista de les generacions actuals ens estanca en un sistema que no té sortida. No em puc creure que sigui la única persona d'aquest món que senti frustració a l'hora de pensar en un futur regit per la monèda. I la veritat, és que tal i com estan organitzades es coses... què som sense la monèda? Qui pot fer alguna cosa sense diners? Certament, tot plegat és ben absurd. Som nosaltres mateixos, som les persones, les qui atribuïm aquest sentit a la moneda, i jo penso: si tots els problemes del món tenen a veure amb els diners, perquè seguim encaparrats en donar continuïtat a la moneda? Perquè no podem desfer el que els nostres avantpassats van fer? Perquè seguim donant als diners el siginificat de diners? Al cap i a la fi, els bitllets són un troç de paper, un troç de paper que si no fos per la nostre absurda mentalitat, sería tant insignificant com un llàpis, un bolígraf o una goma d'esborrar. Qui són les persones que volen continuar amb aquest patètic sistema? Doncs sí, són els de sempre. Són els qui en surten beneficiats, aquell petit sector de la població mundial, que com que són els màxims posseïdors de diners viuen de la continuïtat d'aquest sistema i que per la mateixa raó tenen la capacitat de controlar el món i que per tant, el controlen al seu gust. Però això no és el més impactant de tota aquesta història, no, el més impactant de tot és que els afectats, sí, els de sempre, els hi seguim donant corda. Perquè no reaccionem d'una vegada? Imagineu, ni que tan sols sigui per un instant, que tots deixessim de donar sentit a aquesta mala puta que regeix el món, evidentment, em refereixo a la moneda, què farien els de dalt? Digueu-me, què farien? Tot el que els hi dona poder hauría perdut el seu significat, tot el que els hi dona poder ja no sería res. Aleshores ens alliberariem d'aquest sistema que ens esclavitza i ens obliga a passar una vida agenollats, ens alliberariem d'aquesta pressió que no ens deixa viure i desbancariem per complet els desgraciats que ens intenten controlor per mitjà de l'economia.
Sé de sobres quina és la resposta de les persones un cop havent llegit la meva teoria, i creieu-me, aneu ben equivocats. Que com organitzaria el món sense els diners? Doncs molt fàcil, el món ja està organitzat. Els que fem dels diners una necessitat som nosaltres i per tant, som nosaltres els qui ens hem de desprendre d'ells. Què passa, que si no anem al supermercat amb un bitllet de 50 no sabem “comprar”?
Prefereixo pensar que les persones que no comprenen aquesta teoria són un producte del mateix sistema, perquè sincerament, el fet de pensar que hi ha certes persones que necessiten evolucionar mentalment m'escandalitza, i més en ple segle XXI.
En fí, per mi és quasi impossible plasmar en un text tota una teoria, o en comptes de teoria, utopía, perquè tal i com està la societat dubto que les persones fóssim capaces d'aplicar-ho... Simplement dir que si algú en vol saber més, estic disposada a explicar clarament en què consisteix tot això.

jueves, 13 de enero de 2011

Pérez-Reverte, Arturo: Territorio Comanche

Fitxa tècnica
Llibre: Territorio Comanche
Editorial: Ollero y Ramos Editores, 1994
Gènere: Novel·la de ficció
Autor: Pérez-Reverte, Arturo. Nascut a Cartagena, Espanya l'any 1951. Actualment es dedica exclusivament a la literatura després d'haver exercit durant 21 anys com a corresponsal de guerra en diversos mitjans: premsa, ràdio i televisió. Treballant així durant 12 anys al diari Pueblo i durant 9 anys a Television Española, cobrint els diversos conflictes bèl·lics que es produïren en el període de 1973 a 1994. 

Territorio Comanche és una novel·la de ficció de l'autor espanyol Arturo Pérez-Reverte, en la qual després de 21 anys com a corresponsal de guerra, des de 1973 fins a 1994, plasma tota la seva experiència i recull diverses vivències inspirades en la seva trajectòria com a corresponsal.
L'autor dedica la novel·la al seu company de feina, José Luís Márquez, càmara de TVE i company de Pérez-Reverte en la seva tasca com a periodista en aquesta cadena, que pren un dels papers de més protagonisme del llibre.
"Dedicarle el libro no sólo era justo, sino que era necesario para hacer debido honor a ese fulano taciturno y silencioso que, merced a varios recuerdos y a algunos ratos buenos y malos compartidos, me hace el favor de ser mi amigo"

La novel·la centra la seva trama en un únic escenari, el pont de Bijelo Polje, on dos corresponsals de TVE, Barles i Márquez, es troben cobrint les guerres Yugoslavas. La trama abarca un període de temps que comprèn tan sols una tarda, en la qual els protagonistes esperan la detonació del pont per part de l'exèrcit croata per tal d'evitar l'avanç de les tropes de l'Armija bosniomusulmàna.
Márquez, el càmara, no vol abandonar el pont ja que desitja obsessivament una fotografia de la seva detonació. Arran d'aquest fet l'autor desenvolupa en forma de catàrsis diverses escenes directament relacionades amb el periodisme de guerra que corresponen a anècdotes, records, pensaments...  en fi, vivències passades, d'aquella mateixa guerra o d'altres, dels protagonistes de la novel·la. Aquestes, es disposen de manera “aleatòria”, sense cap mena d'ordre o cronologia.

“Era lo que ellos llamaban “territorio comanche” en la jerga del oficio. Para un reportero en una guerra, ese es el lugar donde el instinto dice que pares el coche y des media vuelta. El lugar donde los caminos están desiertos y las casas son ruinas chamuscadas; donde siempre parece a punto de anochecer y caminas pegado a las paredes, hacia los tiros que suenan a lo lejos, mientras escuchas el ruido de tus pasos sobre los cristales rotos. El suelo de las guerras esta siempre cubierto de cristales rotos. Territorio comanche es allí donde los oyes crujir bajo tus botas, y aunque no ves a nadie sabes que te están mirando. Donde no ves los fusiles, pero los fusiles sí te ven a tí.”

Així és com l'autor defineix i justifica el títol del seu llibre, paràgraf citat textualment i que  es troba en el primer capítol, El puente de Bijelo Polje, de Territorio Comanche.
En aquesta obra l'autor intenta transmetre tots aquells pensaments, tots aquells sentiments que tot periodista de guerra experimenta en els seus viatges i que d'alguna manera, fan reflexionar al lector sobre temes tan elementals com la vida i la mort en un context de guerra on la mort pren el control i s'apodera de la situació. El fet de reflexionar i pensar en “l'absurd” que suposa una guerra i més per la població civil que, habitualment, se'n manté al marge.
En les seves paraules i descripcions es troba aquella profunditat que fa que el lector visqui l'escena i pugui imaginar el que suposa viure-la en primera persona, fet que es pot exemplificar amb la següent cita:  Los voluntarios sacando a las víctimas. (...) A Márquez las lágrimas no le dejaban enfocar bien, por eso no lloraba nunca cuando sacaban de los escombros niños con la cabeza aplastada, aunque después pasara horas sentado en un rincón, sin abrir la boca.”  Cita que es troba també en el primer capítol del llibre i que exemplifica perfectament les sensacions i els sentiments que l'autor vol fer-nos captar amb el seu relat.
És interessant també, veure com parla sobre la tasca del periodista de guerra en situacions relativament compromeses i com intenta “justificar” la passió per aquesta professió que assegura que “no és el gust pels conflictes”. Però podem preguntar-nos, i si no els agrada la guerra, per què hi van? Ni tans sols el pròpi autor sabría respondren's aquesta pregunta, però en el llibre trobem alguna cita que hi fa referència:  Alberto era un pesimista nato y siempre lo pasaba fatal en las guerras. A pesar de eso, volvía una y otra vez sin que nadie lo obligara, y le entraban unos remordimientos enormes cuando se perdía algo importante. En eso era igual que Julio Fuentes, de El Mundo, que lo pasaba muy mal cuando estaba entre las bombas y lo pasaba aún peor cuando no estaba”. 
És possible que aquesta passió per cobrir conflictes bèl·lics tingui una petita relació amb les dosis d'adrenalína que el cos rep o necessita rebre o simplement sigui perquè promou certa satisfacció als treballadors d'aquest sector com a conseqüència de la finalitat “social” que aquesta tasca pot comportar. Però el que realment és cert, és que les persones que es dediquen a aquesta professió la viuen, la senten, forma part de la seva vida, és més, és la seva vida. L'autor narra aquesta idea utitzant la figura de Márquez com a exemple de corresponsal “implicat” en el seu ofici. Podem veure-ho en la cita que es troba a continuació: “Márquez tenía en Madrid una mujer y dos hijas a las que veía un mes al año, y transcurridos veinte días de ese mes se volvía tan insoportable que su propia familia le aconsejaba coger el avión y largarse a una guerra. Quizá por eso Eva, su mujer, no se había divorciado aún: porque existían guerras a las que mandarlo.”

El relat d'aquest llibre, fa posar-nos a la pell del corresponsal que, durant la cobertura d'una guerra, viu entre bales, bombes, granades, tancs, tropes, soldats, soborns, censura, repressió...  I que ha d'aprendre, o si més no captar, com van les coses en països on la preocupació més gran és el fet de poder menajar, escapar o simplement sobreviure. Fet que es posa en dualitat amb la convivència a “l'hotel dels periodistes”, ja que tal com l'autor explica en el llibre, cada cobertura d'un conflicte bèl·lic és recordada, també, per l'estada en l'hotel, on els periodistes dels diferents mitjans preparen les seves noticies i a les estones mortes, beuen whisky, fumen “porros” i intenten d'aquesta manera fer una mica més amena la seva estada en aquest bany de sang anomenat guerra.
El simple fet de jugar-se la vida dia rere dia, per només aconseguir una exclusiva, una fotografia, una informació que pugui resultar clau per a la comprenssió del desenvolupament del conflicte. El fet de viure la mort i viure amb la mort. El fet de sentir-se tan periodista com per deixar-se la pell per aconseguir, simplement, comunicar, informar, fer veure a la resta del món el que és una guerra, una guerra de veritat.
El eterno dilema en territorio comanche es que demasiado lejos no consigues la imagen, y demasiado cerca no te queda salud para contarlo.”
Així doncs, descriurem Territorio Comanche com una novel·la que a través d'anècdotes, pensaments i records recull les experiències d'un corresponsal de guerra i ens fa veure que les guerres no són més que “conflictes sense sentit” que ens mostren la realitat del comportament humà; fins on poden arribar les persones, fins a quin límit les persones podem restar indiferents davant el rostre d'un jove soldat mort, la tristesa d'un pare que vol salvar la seva familia encara que no sap com o els ulls d'un petit infant que, al marge de la guerra, s'ha vist involucrat en un conflicte que ni tan sols sap d'on bé, però que li ha fet perdre la mare.
Territorio Comanche, viure en guerra, conviure amb la guerra, sobreviure la guerra i per sobre de tot, comunicar la guerra.